Nosotros somos la decadencia

Guillermo Robles Ramírez
Por Guillermo Robles Ramírez

Aunque a diferencia de otros años en donde el fervor del mes de la patria se notaba muy anticipadamente, o al menos en nuestra entidad así había sucedido, ahora es bueno ver que en esta semana los colores patrios se ven en las calles de la ciudad.

Los vendedores ambulantes se empiezan a ver en las calles, improvisando sus locales con la gran variedad de productos referente al día del grito mexicano, alegrando al pueblo y nuestro país.

La identidad del pueblo, la herencia prehispánica, esperanza, religión y la sangre derramada por nuestros héroes que lucharon por nuestra independencia, con su escudo con el águila representa la señal que buscaban los Aztecas para reconocer el lugar donde debería cimentarse el pueblo mexicano, todos estos elementos es lo que representa nuestro símbolo patrio que ha cumplido 190 años desde su primer lábaro patrio oficial desde 1821, con Agustín de Iturbide.

Tantos años que se luchó por nuestra actual bandera y muchos artesanos mexicanos han ido perdiendo la batalla por ella. ¡Claro! Que con el consentimiento de quienes nos gobierna porque la Unión Nacional de Productores Artesanales recuerda con nostalgia cuando se hacia el símbolo patrio con calidad, representando esa lucha por lograr nuestra independencia como nación.

Este mes es el más importante y simbólico para todos los mexicanos para recordar el día 13 la Batalla de Chapultepec, el 15 aniversario del Grito por la Independencia de México, el 16 inicio por la Independencia y el 27 la consumación de la misma.

Es en este mes cuando su celebración es muy notoria con los adornos pintorescos de las fachadas de las casas; verde la esperanza, blanco la unidad y el rojo la sangre de los héroes.

Es el mes cuando más artículos de la bandera mexicana se ven en la calle, entre otros productos que simbolizan los colores de los símbolos patrios, se encuentran variedad de tamaños y representaciones como para colgarlos en el auto.

La otra cara de la moneda es que todos estos productos que se venden en las calles y ahora también en el comercio formal son de contrabando, para comenzar porque ninguno paga impuestos, aun existiendo denuncias por parte de los empresarios mexicanos.

Aparte de todo esto siendo hasta irónico, casi el 90 por ciento de éstas representaciones de la Bandera de México, son de importación asiática, particularmente de China.

Para quienes los venden al consumidor sus criterios son de ser productos con mejor calidad, y más baratas dejándoles un margen de utilidad mucho mayor que las que se hacen en nuestros talleres artesanales.

No es posible que mejor en China se haga este producto a diestra y siniestra, sin tener el consentimiento de nuestro país, y es obvio que la Unión de Productores Artesanales vea con nostalgia como las autoridades no hacen nada al respecto porque esto implica la afectación de más de 300 talleres, donde muchos mexicanos se ven involucrados desde el que trabaja la tela, la madera e hilos, como a cientos de familias que realizaban este tipo de trabajos.

En dónde están los discursos políticos cuando se dice que hay que empezar a tener una cultura de consumismo interno para fomentar la economía del país; cuando se permite que estos productos chinos se les permitan andar por la calle libremente.

No hay duda alguna que la decadencia de nuestro Símbolo Patrio, somos nosotros mismos al momento de estar consumiendo productos hechos en otros países en lugar de comprar los nuestros. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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